Desde que dejé de ser empleada y comencé el agridulce camino de la independencia, he ocupado algo de mi tiempo en cosas insólitas en mi vida. Una de ellas, la que voy a contar, es el….. tanananán! gimnasio.
Llevo 3 meses asistiendo regularmente al gimnasio. Y debo confesar que mis anteriores historias con los gimnasios nunca terminaron de la mejor manera. He perdido plata, alguito, en mis intentos de hacer deporte en el gimnasio. Nunca he sido una gran deportista. Las veces que me le he metido de cabeza al tema ha sido por que he encontrado cosas que me apasionan. Fui escaladora durante varios años y bucee muuuuucho hace muuuuuucho. He hecho yoga muchos años ya, pero no muy regularmente. En conclusión nunca he sido constante. Mhhhhhh… vaya vaya… me siento en el bidón. (o bidé?)
Ahora, desde que soy alguito más dueña de mi tiempo, voy al gimnasio a cualquier, oigánlo bien, a cualquier hora del día. Voy juiciosamente una hora y media, entre 4 y 5 veces a la semana. Esa es una de las grandes bondades de ser independiente, que lo puedo hacer a cualquier hora del día. Ya no marco tarjeta, yuhuuuuuuuu!
Y tengo varias impresiones sobre el gimnasio, su gente, las actividades, y el negocio. Como deporte, me ha parecido chévere, por que no es competitivo, como el tenis, o el futból, que me encantan pero para verlos y ser seguidora. Me llevo mi amigo iPod, y durante dos horas me concentro en mi cuerpo. Con el yoga logré muy buenos niveles de autoconocimiento del cuerpo. Con el gimnasio lo he logrado también, porque ha sido un proceso absolutamente lento. Como anécdota puedo decir que cuando fui a mi cita médica para ingreso le dije al doctor que me hiciera la rutina de una persona de 60 años . Y le dije eso porque mi edad en el Wii Fit fue…64 años, la última vez que lo hice hace algo así como 1 año. Así es que comenzando muy suave, me he dado cuenta que poco a poco soy más fuerte, mi cuerpo aguanta un poco más. (Para poner un ejemplo, al principio hacer 40 abdominales era una tortura. Hoy es una tortura hacer 120.)
Voy a una cadena de gimnasios muy grandes que están en toda la ciudad. Voy al que queda cerca de mi oficina, y al que queda cerca a mi casa. Como me quedan a 3 cuadras en los dos casos, y lo puedo hacer a cualquier hora del día, siempre encuentro el momento para hacerlo, a diferencia de cuando tenía un horario y tenía que hacerlo antes de las 7 am o después de las 8pm.
La gente en las dos sedes es suuuuuper distinta. En el que queda cerca de mi oficina todos son ejecutivos de más de 30, y la hora pico es cuando la gente no trabaja: mañana, medio día y noche. En el de mi casa el perfil es ultra gay. (Vivo en un barrio gay, luego… como no haberlo sabido?). Es divertido, la gente es muuuuucho más fit que en el otro donde hay barrigas y gorditos. Acá he visto los cuerpos más increibles del universo, principalmente de papasitos riquitos, inaccequibles, lástima. Y lo que más me ha sorprendido (después de los cuerpos) es la habilidad de los que entran a clases aeróbicas. Tendo un video sorprendente pero lo tengo en el BB y no he podido pasarlo a algún tipo de extensión que sirva de WordPress.
Pero bueno, un poco ya concluyendo, me gusta lo que está pasando. Es muy simple, el ejercicio es una buena forma de hacer cosas que permitan mantenerse saludable ahora y en los años que vienen, que espero que sean muchos. Me da un espacio solo para mi. Que no comparto con nadie. Los cambios en mi cuerpo para mi, que lo conozco tanto, son evidentes.
Es es una de las actividades que resultan maravillosamente insólitas y que salen de ser independiente.
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