Mi último post del día de hoy tiene dos temas uno mas o menos malo y uno terrible.
El primero es todo lo que hay que hacer para meter a un culicagado (mi hija en este caso) en un buen colegio en Bogotá. Es más fácil ser elegido en un cargo de elección popular yo creo.
No se si conté alguna vez qué es lo que nosotros esperamos del colegio en el que estudie la Bella, pero el hecho es que la respuesta a esta pregunta importante y la elección final fueron muy estudiadas. Finalmente este año nos decidimos a participar en los procesos de selección del colegio suizo y del colegio francés, básicamente porque “comulgamos” con la filosofía liberal de esos dos colegios.
Desde hace más de dos meses estamos en el tema. Primero hay que pagar una plata importante para que “revisen” los papeles, sumas que pueden llegar hasta los US$300 en algunos casos. Una vez uno se consigue la platica, toca comenzar a conseguir los papeles y piden de todo; uno es literalmente esculcado en todo: referencias personales, estado financiero, judicial (es cierto!!!!), en fin….
Hoy llegué al último colegio de esta tanda a entregar los papeles y me devolvieron después de esperar durante más de una hora, porque los extractos bancarios que entregue no son exactamente los del último trimestre sino que presente de junio a agosto…. plop!!!!!! Que creen que me gané la loteria en el último mes????
Trato de no dejarme angustiar con el tema, pero resulta que hay 51 cupos de los cuales tienen prioridad los suizos y los hermanos de alumnos. Quedaron 15!!!!! Que nos vamos a pelear entre 120 niños!!!!! (122 porque hay una señora que quiere meter a sus trillizos!). En el otro colegio, en el francés, hay 80 cupos, y 300 aplicaciones, y también tienen prioridad los franceses, hijos de exalumnos y hermanos de alumnos. No me voy a angustiar, no me voy a angustiar, no me voy a angustiar… y voy a hacer planas hasta que llegue a mil frases en el tablero del colegio como Bart.
Ahora, el segundo tema: A mi esposo lo trataron de “secuestrar” hace unas semanas. Es lo que en Colombia (o debería decir Locombia) se llama secuestro express. Le montan un video en la calle y se lo llevan en un carro. Lo retienen durante un par de días hasta que lo sueltan pelado, es decir, sin un peso, sin un duro tío!!!! Él se salvó porque en el momento en que lo montaban en el baúl de un carro desconocido, llegaron a recogerlo. Justo a tiempo!!!!! Al principio no sabíamos que se trataba de un secuestro express, y pensamos que era un secuestro extorsivo común y corriente (de la peor calaña). En esas dos o tres horas alcanzamos a pensar hasta en irnos del país. Que horror!!!!!!! Que susto!!!!! No me gusta últimamente lo que vivo en Bogotá. Sigo quejandome…