Yo se que a muchos de los visitantes habituales de este blog no les gusta mis post con tintes políticos, pero que le vamos a hacer, soy un ser politik. Y siento que no puedo quedarme callada… que tal que en 30 años me agarre un alzheimer bien terrible y se me olvide en lo que creo, se me olviden mis más profundas convicciones???
Pues bien, Locombia, este país, también conocido como Colombia, está sumergido en el más interesante de los debates electorales de la historia. Por lo menos de MI historia de 36 años.
Cuando tenía 18 años era presidente Cesar Gaviria, y si bien hoy pienso que fue un presidente aceptablemente bueno, pues no voté por él porque fue elegido cuando yo tenía 16. Dice Wikipedia sobre la campaña presidencial de 1994 en Colombia: «La búsqueda de la candidatura presidencial iba a enfrentar a dos sectores del partido que reconocían que requerían de la unidad para mantenerse en el poder. De una parte, el sector neoliberal, fiel al presidente Gaviria, que esperaba continuar con su política económica (y aprovechar la popularidad del mandatario), y de otra, el sector socialdemócrata, que veía con recelo la acelerada apertura económica, y prefería dedicarse más a la inversión social. Como abanderado de este último grupo, se encontraba el ex precandidato presidencial y entonces embajador en España Ernesto Samper, quien se aprestó a regresar al país para intentar tomar las riendas del liberalismo. El sector gavirista fue representado por el jurista, y ministro del Interior Humberto de La Calle, uno de los mayores colaboradores del presidente. (…) . En la consulta Samper obtuvo una sólida victoria sobre de La Calle, quien finalizó segundo. Para conjurar la unión del partido, Samper nombró a de La Calle como su candidato a la vicepresidencia.» En esa oportunidad voté por Humberto de la Calle, y ganó el bojote, como se conoce también a Ernesto Samper, presidente a mi juicio vergonzoso para la historia colombiana, por muchas razones que no voy a exponer.
En 1998, y después del desastroso gobierno de Samper, participaron en la contienda presidencia el general Harold Bedoya, ex comandante de las Fuerzas Militares, el ministro del Interior y gran defensor de la inocencia del presidente Samper, Horacio Serpa, el Fiscal General Alfonso Valdivieso , el ex candidato conservador Andrés Pastrana, la diplomática y ex canciller Noemí Sanín (también conservadora), que tuvo como fórmula a la vicepresidencia al ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus. En esa oportunidad voté por Andrés Pastrana, solo para que Serpa no fuera presidente, y así fue.
En el 2002 tuvimos muchos candidatos a la presidencia, de lo más disimiles todos. Estaban Serpa, que era como un mueble de inventario, Noemí con sus ínfulas de representar a las mujeres, Lucho Garzón del Polo Democrático, partido de izquierdas del que después de algunos años disidió, y un finquero-político-gamonal, de poncho y sombrero que era desconocido para la mayoría, inclusive para mi. Alvaro Uribe. Mi voto fue para él. No sabía mucho del tema pero prometía enfrentarse con entereza a las guerrillas y a los paramilitares (a pesar de ciertas contradicciones en su discurso, que tampoco voy a elaborar acá), y yo, que estaba mamada de las FARC, y del EPL, y del ELN y de todas esas guerrillas de pacotilla que se han cagado este país, por no hablar de los paramilitares, voté por él. Y no me arrepiento, no, no, no!!!!!! Ni por un segundo. Los 4 años de mandato (del primero) de Uribe fueron para mi, reparadores, volví a creer que se podía vivir en mi país.
Llegó la campaña del 2006. Yo ya con 31 años evaluaba más mi derecho/obligación de voto. Uribe modificó la Constitución para hacerse reelegir, lo hizo y punto… se dice que lo hizo comprando los votos, en algo que aún hoy en el argot político colombianos se llama la Yidis-Política. Mi voto fue para Antanas Mockus. Uribe fue reelegido con la esperanza de continuar con el cambio profundo que se había gestado y bueno, han pasado otros 4 años de un gobierno ya no tan bueno, con muchos muchos lunares, ya no tan refrescante, ya nada propositivo, pero que deja al país, creo yo, en una mucho mejor situación que hace 8 años.
Ahora lo que pasa en este instante. En mayo se vota para presidente en Colombia. Uribe pasó los últimos 3 años y 7 meses divagando entre si se hacía volver a reelegir otra vez o si no, como si se tratará de una margarita deshojada. Hace algún tiempo había oído que Enrique Peñalosa se iba a lanzar nuevamente, empecé a parar oreja y decidí inmediatamente que mi voto sería para él, por convicción, siempre he votado por él cuando he podido, por muchas razones.
Hace solo unos meses Enrique Peñalosa, Lucho Garzón, Antanas Mockus, Noemí Sanin y Sergio Fajardo (los tres primeros ex alcaldes de Bogotá y el último ex alcalde de Medellín) unieron fuerzas para presentar un partido unido que enfrentaría al uribismo como una fuerza independiente. Noemí y Fajardo se salieron cada uno a jugar en solo. Hace unas semanas fueron las elecciones para el Congreso y ahí se midieron por primera vez las fuerzas. El Partido Verde (Mockus/Peñalosa/Garzón) fue la gran sorpresa. En esas mismas elecciones se votó por el candidato presidencial del PArtido Verde y la elección fue Antanas Mockus. Frente a los sucedido en estas primeras legislativas, Fajardo se unió a los Verdes como fórmula vicepresidencial de Mockus y esto ha sido EL GRAN ÉXITO!
La campaña de los Verdes ha sido tan refrescante y novedosa que no deja de sorprender a la gente. Hay detractores que dicen que con girasoles y sobreros no se puede enfrentar el problema de violencia del País, haciendo referencia símbolos que utilizan o han utilizado los miembros de los Verdes colectiva o individualmente. Lo cierto es que ha sido una campaña basada en el respeto entre ellos y con los otros candidatos. Se ha tratado de una campaña que construye propuestas y no que destruye opositores.
Creo en Mockus. Creo en Peñalosa. Creo en Lucho y creo en Fajardo. Creo en el equipo de trabajo que los rodea; creo en su propuesta sobre cómo hacer política y cómo construir sobre lo construido. CREO. CREO. CREO.
No es increíble volver a creer en nuestros candidatos??? A mi me parece increíble y se me erizan los pelos del cuello, y se me aguan los ojos, y me siento emocionada como cuando salí a marchar en mis años mozos contra Samper. Pero esta vez CREO